Respeto. Lecciones en tiempos de pandemia desde África.
Actualizado: 24 nov 2020
Cuando hablamos de respeto en Esencia de África, lo decimos desde la experiencia, a través del aprendizaje adquirido. Aprender a convivir y tomar consciencia de donde venimos y donde estamos, es la clave para relacionarnos sin fronteras, los unos con los otros.
Este 2020 que ha puesto todo patas arriba, nos ha dado la oportunidad de aprender a ser mejores. Vivirlo en África me ha dado una gran lección. En este primer post os lo cuento, desde el ejemplo de convivencia en tiempos de pandemia en África para llegar una conclusión: la importancia del respeto.
Y es que, acostumbrados a llegar a un continente que te acoge con los brazos abiertos a cualquier persona extranjera, fue muy chocante cuando el pasado mes de marzo aterricé en Benín.
Cuando el miedo se adueña de nosotros, muchas cosas se transforman. La situación de alarma que se había decretado en todo el mundo en aquellos momentos, llegó también a todos los rincones de África. Y aterrizar en marzo en Benín fue tan impactante que hubo un antes y un después.
Pasear por la calle o entrar a cualquier tienda, se convertía en el centro de todas las miradas, algo que es habitual en un país en el que no acostumbran a ver muchos blancos. Pero, esta vez todo había cambiado, en sus miradas había desconfianza y miedo. Si antes ya era difícil ver blancos, ahora, no quedaba ninguno en el país. La pandemia estaba generando tal impacto en Europa, que ahora habíamos pasado a ser un peligro aquí. Y, aunque dentro de mí, sabía que yo era una más, que, además, había cumplido todas las medidas de seguridad que el gobierno había establecido a mi llegada, incluido la realización de un test pcr. Sentía una gran responsabilidad hacia los demás, quienes antes me recibían con sonrisas, y, ahora, la mascarilla nos impedía sonreír, pero, lo que es peor, ahora eran sus ojos los que hablaban con miedo.
Todo había cambiado y yo había llegado desde un país como España, tan afectado por la pandemia, que no podía actuar con la tranquilidad de estar en un país en el que no había a penas casos. Además, muy pronto, en Benín, las mascarillas se convirtieron en uso obligatorio, se redujo toda actividad de ocio y social, y se aplicaron muchas medidas de control. Y, así, me tocó vivir en un país donde me había convertido en un “peligro” de cara a los ojos de desconocidos.
Lo comprendí, lo asimilé y lo acepté. Y supe que el respeto hacia el otro era fundamental para convivir en armonía. Y lo mejor que podía hacer era ser ejemplo, transmitir confianza y consciencia por los demás.
Y desde el amor al otro, actué cada día en todos estos meses, guardando las distancias establecidas, usando mascarilla, etc. Actuando con el ejemplo de una persona que viene de un país que sufre las consecuencias de esta pandemia y que jamás querría lo mismo para otros. Porque lo que harías en tu país y para los “tuyos”, debes hacerlo para los “otros”, en cualquier parte del mundo en que te encuentres. Y esa es la gran lección de respeto que nos ha enseñado todo esto. Reconocer y valorar a los demás, porque todos somos igual de importantes. Y de la misma manera que me gusta actuar en "mi casa", debo hacerlo fuera de ella. Y, esto, por desgracia, es algo que todavía cuesta mucho de asimilar en el mundo de la cooperación. Todavía usamos imágenes de niños africanos sin consentimiento, sin permiso de nadie. ¿A caso haríamos lo mismo con imágenes de niños españoles? Y lo peor es que se hace para utilizarlos, para lograr un fin, que es nada más y nada menos, que el dinero.
Desde Esencia de África reivindicamos que todos somos uno, todos somos iguales, pero todos tenemos orígenes diferentes y podemos ir hacia nuevos lugares, pero jamás hay que olvidarse de dónde venimos y a dónde queremos ir. La importancia de respetarnos, de tomar conciencia de nuestras responsabilidades y respetar a los otros, es algo que este 2020 nos está enseñando. Y, sobre todo, nos ha demostrado que todos somos IGUALES.
